lunes, 24 de febrero de 2020

Así nació el Colegio Profesional de Relacionadores Públicos de Chile


Del libro “Relaciones Públicas para un mundo mejor, de Marcos Veragua Contreras.



Interesante resulta observar el aporte que el autor, Marcos Veragua, realizó a la profesión, junto a héroes de la disciplina, como lo fueron Patricio Inhen Betteley, Gastón Rojas, Eugenio Rengifo, Pablo Eyzaguirre, entre otros, con la finalidad de posicionar al Profesional de las Relaciones Públicas, legitimando y salvaguardando su quehacer laboral.


En su relato, Veragua señala que: “El Colegio Profesional de Relacionadores Públicos de Chile se constituyó el 26 de mayo de 1983, con participación de 60 profesionales. La resolución se publicó en el Diario Oficial del 27 de junio del mismo año, y se le aprobó la Personalidad Jurídica N° 1061 del Ministerio de Economía. El primer directorio nacional quedó integrado así:


Presidente: Horacio Salas Reyes; Primer vicepresidente: Pedro Traverso Nogara; Segundo vicepresidente: María Eugenica Di Doménico; Secretario general : Beatriz Kretschmer Ries; Tesorero : Susana Chauriye Aguad; y Directores: Fernando Sánchez Durán, Marcos Veragua Contreras, Carlos Fredes Aliaga, Arnaldo Illanes Reck, Aníbal Maturana Contreras, y Darío Aliaga López.


Desde hacía años quienes nos dedicábamos a esta labor teníamos el propósito de avanzar en su dignificación e impulsar su profesionalización. Comprendimos que llegar a una etapa superior no sería fácil. El primer paso consistió en conseguir que la actividad fuera reconocida como profesión. El segundo, impulsar la fundación del Colegio. Las bases estaban. Faltaba la decisión profesional y política… Hoy miro hacia atrás y, sin menoscabar a nuestros dirigentes predecesores, creo que la determinación se debió a la firme decisión con que encaramos el tema y la franqueza con que lo planteamos a las autoridades.


(El Colegio) Nació de acuerdo a la ley que transformó los colegios profesionales en asociaciones gremiales. Todos están afectos a las disposiciones de los D.L. 2757 de 1979, y 3.163, de 1980, que facultan al Ministerio de Economía para llevar el Registro de Asociaciones gremiales, donde constan su personalidad jurídica y directorios. Esos cuerpos legales definen.


Las asociaciones gremiales facilitaron la organización. Pero los Colegios Profesionales, entre los cuales estuvo el de Relacionadores Públicos, plantearon y plantean la necesidad de recobrar las atribuciones del pasado, en especial el control de la ética profesional.


Los colegios, por naturaleza, tenían objetivos muy distintos. Contaban con facultades para combatir el ejercicio ilegal de la profesión, que afecta a todas las actividades por igual. Actualmente, un proyecto de ley que les devuelve sus atribuciones está en lenta tramitación en el Congreso Nacional. Cuando se creó el Colegio de Relacionadores Públicos, obviamente se concibió bajo la nueva legislación, pero igual con el objetivo de agrupar a los profesionales. Nos impulsó el propósito central de dignificar la actividad, capacitar y perfeccionar a quienes se desempeñaban en ella”.


Resulta relevante para todos quienes somos “Relacionadores Públicos” de profesión, conocer esta historia, y entender que el origen del Colegio Profesional como Asociación Gremial, tiene un sentido y un alcance que esta dirigido hacia fortalecimiento del profesional. Ante ello, se hace necesario establecer que existen Estatutos, conforme a las disposiciones de los D.L. 2757 y 3163, que señalan que el ingreso a la Orden, así como la postulación a cargos directivos dentro de ella, con contadas excepciones, deben ser Relacionadores Públicos profesionales.

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