martes, 6 de mayo de 2008

COMUNICACIÓN NO VERBAL

Extracto del Seminario de Título “La Comunicación no Verbal en las Organizaciones”, de Salas, Sepúlveda y Serrano. Escuela de Relaciones Públicas UST. 2002.
El lenguaje es uno de los aspectos que diferencia al hombre respecto del resto de los animales. Según Echeverría, “el lenguaje nace de la interacción social entre los seres humanos. En consecuencia, el lenguaje es un fenómeno social, no biológico”.[1]
Un principio básico del enfoque sistémico es el reconocimiento de que “el comportamiento humano es modelado por la estructura del sistema al que pertenece el individuo y por la posición que ocupa en ese sistema”.[2] Los individuos actúan de acuerdo a los sistemas sociales a los que pertenecen, pero “a través de sus acciones, aunque condicionados por estos sistemas sociales, estos también pueden ser afectados”.[3]
En relación con lo anterior, decir que la comunicación verbal es predominante es un error, ya que basados en los axiomas de la comunicación, el primero señala que “es imposible no comunicar”, esto quiere decir que todo y absolutamente todo comunica, inclusive un objeto inanimado, y esto incluye a la comunicación no verbal que podría ser, por ejemplo, desde el comportamiento natural al intencionado del ser humano, como una mirada, un gesto, una forma de hablar, un tono de voz, etc., por lo tanto, la comunicación verbal y la no verbal deberían tratarse como una unidad total e indivisible.
Goldhaber señala que: “la comunicación no verbal es aquella que se refiere a los mensajes que no son hablados”.[4] Es la capacidad para responder a movimientos casi imperceptibles e inconscientes de quienes nos rodean: “se habla de comportamiento no verbal cuando se refiere a las señales que se ha de atribuir significados y no al proceso de atribución de significados”.[5]
Como es obvio, hay diferentes tipos de conducta no verbal, algunas son más específicas que otras, algunas tienen la intención de comunicar y otras son sólo expresivas. Goldhaber cita a Harrison (1972), quien sostiene que “la conducta no verbal define y regula el sistema de comunicación al tiempo que comunica un contenido específico. Knapp, citando a Ekman, afirma que las conductas no verbales pueden repetir, contradecir, sustituir, complementar, acentuar y regular las señales verbales (...). Cuando cualquier conducta no verbal contradice a la conducta verbal, la primera determinará el impacto total del mensaje”.[6]
Se dice que, en un comienzo, el comportamiento del cuerpo estaba limitado solo al canal sensorial audio-acústico o vocal, de haber existido otro canal sensorial se le consideraba como interrupción o interferencia difusional que requería ser evitada o en otro aspecto utilizada como un adorno en el discurso. Es así como Birdwhistell cambia esta concepción y formula un modelo multicanal que consiste en entender la comunicación como un proceso continuo donde se utilizan todos los canales sensoriales, tales como un canal kinestésico-visual, el olfatorio productor del olor, un canal táctil, entre otros. Lo anterior se puede entender como que la comunicación y sus canales no actúan en forma dividida, sino más bien en conjunto, complementándose unos con otros: “la connotación más común del término comunicación no verbal equivale a la comunicación que se establece por medios distintos a las palabras o a las diversas manifestaciones de nuestra corporalidad”.[7]
Fernández Collado toma de Knapp la idea principal que cuando se habla de comunicación no verbal se está haciendo referencia a las señales a las que se atribuirá significado y no al proceso de atribución de significado.
En resumen, la comunicación no verbal se puede definir como aquella que abarca señales distintas de las palabras, siempre y cuando se entienda que la distinción entre las palabras y “otras” señales, a veces no es muy clara y puede traspapelarse.[8] Asimismo, Fernández Collado define las siguientes características generales de la comunicación no verbal:
·La comunicación no verbal, generalmente, mantiene una relación de interdependencia con la interacción verbal.
·Con frecuencia los mensajes no verbales tienen más significación que los mensajes verbales.
·En cualquier situación comunicativa, la comunicación no verbal es inevitable.
·En los mensajes no verbales, predomina la función expresiva o emotiva sobre la referencial.
·En culturas diferentes, hay sistemas no verbales diferentes.
·El estudio en que se encuentra este tipo de búsqueda es el descriptivo.[9] De lo anterior se puede deducir entonces, que tanto el cuidado que tiene un individuo determinado en su apariencia física, los conocimientos intelectuales, como así mismo la forma de caminar, comer, hablar o relacionarse con otras personas, son también signos de que se quiere comunicar algo, sea en forma consciente o inconsciente. “La comunicación no verbal es un proceso complejo en el que intervienen las personas, el tono de la voz y los movimientos del cuerpo”.[10]
La comunicación no verbal es más que un simple sistema de señales emocionales y que en realidad no puede separarse de la comunicación verbal. Ambas están estrechamente vinculadas entre sí, ya que cuando dos seres humanos se encuentran cara a cara se comunican simultáneamente a muchos niveles, conscientes e inconscientes (...) y luego integran todas estas sensaciones mediante un sistema de decodificación, que algunas veces llamamos el “sexto sentido”: la intuición”.[11]
Todo lo que se ha explicado anteriormente habla de comunicación no verbal y cómo se relaciona con la comunicación verbal, pero analizando a fondo el tema se puede apreciar que ignoramos por completo que al efectuar una acción e inclusive al no hacerlo nos estamos comunicando, por esto se hace necesario saber cómo emitir y recibir señales no verbales, esto consiste en que “aprendemos conductas no verbales mediante la imitación y el auto modelado conforme a los demás, y también adaptando nuestras reacciones a la instrucción, la retroalimentación y el consejo de los demás”.[12]
Para el desarrollo de las habilidades no verbales, debemos contar con una motivación para que el sujeto sienta que estas habilidades le ayudarán a mejorar su vida. Además, se debe tener una actitud productiva o improductiva; un conocimiento amplio de la observación de los demás y a medida que crecemos debemos contar con una experiencia variada para así aumentar las oportunidades del discurso.
Como comunicadores se debe tener en cuenta que la comunicación no verbal en forma descontrolada y mal utilizada puede ser contraproducente, por ejemplo, algunos gestos, posturas, movimientos faciales podrían ofender a otras personas: “la capacidad de decodificación de señales no verbales, se ve afectada por muchos factores, algunos de los cuales son intrínsecos a las personas y revelan diferencias entre distintos grupos”.[13] Por ejemplo, las emociones de actitudes de gusto y disgusto se perciben con mayor precisión en el rostro que en la voz; es así también, como para algunos autores los mensajes no verbales negativos pueden incluso ser mejor transmitidos que los positivos.
Si existen buenos receptores, también existen los buenos emisores de comunicación no verbal que al igual que los receptores, donde las personas poseen gran control de sí mismas y los extrovertidos, los populares están en mejores condiciones para emitir información emocional a través de los canales vocales y faciales. “Aquel que sea capaz de emitir expresiones espontáneas aceptadas, seguramente será capaz también de fingir expresiones adecuadamente, y a la inversa”.[14]
Dentro de la percepción humana se encuentran los buenos observadores que deben ser capaces de mantener un equilibrio entre la ignorancia y el dominio de un tema o asunto determinado. El observador eficaz tiene gran interés en comprender la conducta del observado y a ellos dirige su esfuerzo, para lo cual debe adoptar un cierto distanciamiento respecto de aquellos a quienes se observa. “El observador ha de tener la habilidad suficiente como para descubrir el hilo unificador y los conceptos generales que conectan las múltiples observaciones aisladas. Para conseguirlo se precisa de una cierta dosis de paciencia y perseverancia”.[15]
En la etapa de interacción se ve si hay alguna clase de contacto físico, así también se ven expresiones faciales, posturas, movimientos físicos, etc. El análisis global otorga cierta consistencia para orientar las observaciones iniciales y sirve como estímulo de ideas adicionales para adaptarlas en cualquier encuentro.
Por otra parte, cabe destacar la existencia de un concepto en comunicación no verbal que hace referencia al amplio conjunto de comportamientos no verbales relacionados con la utilización y estructuración del espacio inmediato de la persona. Esto es, lo que en comunicación se conoce como Proxémica y de la cual se hace necesario distinguir dos ámbitos importantes: a) estudios acerca del espacio personal, b) estudios sobre la conducta territorial humana.
·Estudios acerca del espacio personal: El espacio personal se define como el espacio que nos rodea, al que no dejamos que otros entren a no ser que les invitemos a hacerlo o se den circunstancias especiales. Se extiende más hacia delante que hacia los lados, y mínimo en nuestras espaldas. El espacio personal se estudia desde dos enfoques: la proximidad física en la interacción, y el contacto personal.[16]
·Conducta territorial humana: Estudios sobre el tipo de espacio que necesita la gente para vivir razonablemente. Se han observado que ciertos diseños de casas favorecen más que otros, las disputas entre vecinos, etc. De este tipo de estudios ha surgido el concepto de ‘espacio defendible’, que es el espacio que cada uno de nosotros necesita para vivir, y que defendemos contra toda intrusión, no deseada, por parte de otras personas. Si los pisos son demasiado pequeños, si están muy juntos o si hacen que la gente se aglomere en determinados puntos, llegará un momento en que surgirán tensiones que pueden desembocar en hostilidad abierta y en conductas agresivas.[17]
Partiendo de la premisa que el hombre es un ser gregario, desde sus comienzos se ha visto involucrado en una sociedad, formando instituciones tales como la familia y que por su naturaleza se ha visto en la necesidad de construir nuevas instituciones.
Etkin y Schvarstein señalan que una conducta no verbal puede tener diferentes significados dependiendo del contexto. “Por ejemplo, el índice de rotación del personal de una empresa (...), indica que su aumento o disminución mida el grado de adecuación de las remuneraciones en relación con otras empresas del contexto (...). Multitud de hechos puedan estar dando cuenta de un mismo significado, así como pueden asignarse muchos significados a un sólo significante”.[18]
Con respecto al territorio y al espacio, las personas en la organización defienden un territorio particular. Hall lo denomina territorialidad y sostiene “que los seres humanos y los animales llegarían a extremos insospechados para defender sus territorios”(...). Los seres humanos pueden llegar a extremos insospechados para eliminar las ventajas que representa el territorio propio. “Parece que existen tres principios relacionados con el territorio y el estatus dentro del marco de las organizaciones.
Las personas que gozan de un estatus superior disponen de mayor territorio, protegen mejor su territorio e invaden el territorio de personas con estatus inferiores.[19] Según Knapp, “aquellos que gozan de un estatus superior disponen de un espacio mayor y mejor y más libertad para moverse”. [20]
Eisenberg y Smith han llegado a la conclusión que cuanto mayor es el principio de un prestigio de un individuo, mayor será el territorio que controlará. “El primer principio que relaciona el territorio con el estatus dentro de la organización, parece muy firme: cuanto más importante sea su estatus en la organización, mayor y mejor será el espacio de que disponga. El segundo principio, sostiene que los individuos con estatus más elevados estarán más capacitados para proteger su territorio que las personas que disfrutan de estatus más bajos. Y, el tercer principio, establece que las personas que ocupan los estatus más importantes pueden invadir libremente el territorio de los que ocupan posiciones menos importantes”.[21]
Fabun también subraya la importancia de la localización como un medio para proteger el territorio. Concluye diciendo que la distancia vertical, entre el nivel del suelo y el despacho de una persona indican su importancia. Por regla general, los despachos de los ejecutivos están situados en los últimos pisos del edificio. El hecho de ocupar un gran despacho en el último piso del edificio no sólo “dice” mucho de la persona que lo ocupa, sino que en parte determina el tipo de comunicación que puede establecerse con dicha persona.[22]
Algunos edificios y habitaciones parecen alentar las interacciones humanas. Da la sensación que tienen edificios invisibles y dicen: “entre”, “hola” o “bienvenido”. Pero otros demuestran frialdad y parecen decir: “no queremos visitantes”, “aléjese”, “no entrar”.
El diseño de los edificios, habitaciones y mesas puede ser un factor muy importante para inhibir o alentar las comunicaciones. Maslow y Mintz señalan que sujetos que se encuentren en una habitación bonita muestran caras más felices que los individuos que se encuentran en una habitación fea. Así, los últimos respondían con monotonía, fatiga, descontento e irritabilidad, en cambio, los de la habitación bonita, respondían con comodidad, placer, energía, etc. Es aparente que la estética de la habitación influencia la conducta de la comunicación de los individuos que en ella se encuentren.[23]
Con respecto a la ubicación de asientos, Strodtbsk y Hook han descubierto que la persona que se sienta en la cabecera de la mesa es, por regla general, percibida como el líder del grupo, así los otros participantes toman asiento de manera que puedan ver al líder. Es evidente que la arquitectura de los edificios, el diseño, la distribución de las habitaciones y la posición de las sillas alrededor de las mesas, contribuye al medio ambiente de la comunicación no verbal.
La presencia de ciertos muebles puede alentar o apagar las comunicaciones: “En la actualidad, muchos ejecutivos cambian los muebles de sus despachos añadiendo ciertos muebles “hogareños” como pueden ser mesitas de café, sillones, sofás, objetos de arte, etc.”.[24]
Según Fabun, “en ciertas ocasiones el color de una habitación puede influenciar el tipo de interacciones que tengan lugar en ella. Los colores cálidos (amarillos, naranja, rojo) estimulan la creatividad y ayudan a que los individuos muestren una conducta mucho más extrovertida. Los colores fríos (azul, gris, verde) estimulan los procesos mentales profundos, aunque pueden inhibir la frecuencia y la calidad de las comunicaciones”.[25]
Finalmente, no cabe duda que, para entender, investigar y estudiar la comunicación no verbal, analizar la presentación personal de una persona en la vida cotidiana es algo muy importante.

BIBLIOGRAFÍA

[1] ECHEVERRÍA, Rafael. “Ontología del Lenguaje”. Dolmen Ediciones. Caracas – Santiago de Chile. Cuarta Edición. 1997. Pág. 50 [2] ECHEVERRÍA, Rafael. Op. Cit. Pág. 60 [3] ECHEVERRÍA, Rafael. Loc. Cit. Pág. 62 [4] GOLDHABER, Gerald. “Comunicación Organizacional”. Editorial Diana. México. Séptima Edición. 1998. Pág. 152 [5] KNAPP, Mark. “La Comunicación No Verbal, el Cuerpo y el Entorno”. Ediciones Piadós. Barcelona. España. 1995. Pág. 16 [6] GOLDHABER, Gerald. Op. Cit. Págs. 153-154 [7] FERNANDEZ COLLADO, Carlos. “La Comunicación Humana”. Editorial Mc-Graw Hill. México. Segunda Edición. 2001. Págs. 202-203 [8] Ibid. [9] http://www.la-bola.com/abc9906.htm Pág. 2 [10] Ibid. [11] DAVIS, Flora. Op. Cit. Pág. 16 [12] KNAPP, Mark. Op. Cit. Pág. 324 [13] KNAPP, Mark. Loc. Cit. Pág. 330 [14] KNAPP, Mark. Loc. Cit. Pág. 337 [15] KNAPP, Mark. Loc. Cit. Pág. 343 [16] http://nuvol.uji.es/~pinazo/2001Tema%205.htm [17] Ibid [18] ETKIN, Jorge y SCHVARSTEIN, Leonardo. Op. Cit. Págs. 222-223 [19] GOLDHABER, Herald. Loc. Cit. Págs. 170-173 [20] Ibid. [21] Ibid. [22] Ibid. [23] GOLDHABER, Herald. Loc. Cit. Págs.179-180 [24] GOLDHABER, Herald. Loc. Cit. Pág.182-184 [25] GOLDHABER, Herald. Loc. Cit. Págs.182

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