viernes, 11 de septiembre de 2009

EL PROCESO DEL CAMBIO

El verdadero motivo por el cual puede surgir el cambio puede ser por:
La teoría de base es diferente, El foco de interés es diferente, El propósito es diferente, El tema es claro.
LA TEORÍA DE BASE ES DIFERENTE
La mayoría de los enfoques sobre el cambio nacen de los primeros trabajos de teóricos y profesionales del Desarrollo Organizacional (DO) como Argyris, Bennis y Beckhardt. El enfoque gestalt se originó en el campo clínico, más que en el organizacional. El enfoque del crecimiento y desarrollo personales llamado Terapia Gestalt se diferencia de la mayoría de los enfoques clínicos, ya que no ve a los individuos que tienen problemas como si estuviesen “enfermos”, sino más bien como si estuvieran eligiendo para sí mismos un camino que en cierta forma no los ayuda. En pocas palabras, el objetivo de la Terapia Gestalt es ayudar a las personas a tomar mejores decisiones para sí mismas y responsabilizarse completamente de ello.
Fritz Perls, es el creador de la Terapia Gestalt, decía que la terapia perfecta podía ser hecha por el terapeuta (o padre o líder del cambio) formulando sólo tres preguntas en los momentos oportunos (Perls 1973):
1 ¿De qué te das cuenta en este momento?
2 ¿Qué quieres en este momento?
3 ¿Cómo te impides lograrlo en este momento?
La Terapia Gestalt (o simplemente Gestalt) muchas veces ha sido descrita como “terapia para gente normal”. El término “Gestalt” es una palabra alemana que hace referencia a una figura que emerge en forma clara. A modo de ilustración, se puede decir que el triángulo de la derecha tiene una Gestalt más fuerte que los dos triángulos de la izquierda.
El triángulo de la derecha se puede describir como más claro, mejor definido, más fuerte, menos ambiguo, más completo y en mayor contraste con el fondo que los otros dos triángulos. Esto no es ni bueno ni malo, sencillamente es, y mientras más podamos verlo por lo que es, más fácil nos resultará relacionarnos con él.
Y esto que ocurre con los triángulos también ocurre con la gente. Mientras más vivenciemos a las personas en su singularidad, en vez de cómo nos gustaría que fuesen o como “deberían ser”, más fácil nos resultara relacionarnos y trabajar con ellas. La teoría gestalt se apoya marcadamente en el uso de la paradoja. Esto sugiere la idea de que muchas cosas parecen ser exactamente lo opuesto de lo que son. He aquí algunas de las paradojas en que se apoya este libro:
1 Uno cambia no intentando cambiar.
2 Más lento es más rápido.
3 Mientras más complejo el cambio, más sencillo llevarlo a cabo.
A continuación explico estas afirmaciones que a primera vista pueden parecer sin sentido.
1 Uno cambia no intentando cambiar: Es claro que el cambio emerge de la decisión consciente de hacer algo de una manera diferente y luego haciéndolo. También ocurre al no centrarse en el cambio sino en aumentar el darse cuenta o la percatación de lo que está sucediendo ahora, en el momento. Este aumento en la conciencia me permite ver y vivenciar el objeto de mi atención en forma diferente y más intensa. Esta percepción es un cambio respecto a lo que previamente percibía.
2 Más lento es más rápido: Casi todos estamos familiarizados con la frase: “Siempre tenemos tiempo para hacerlo de nuevo; nunca tenemos tiempo para hacerlo bien a la primera”. Cuando miramos hacia atrás en el tiempo, descubrimos un punto en que cada cambio tuvo la máxima posibilidad de implementación. Una vez pasado ese punto, la energía se diluye y las condiciones externas cambian y se tornan disruptivas. Por último, la implementación final quizás no satisfaga las expectativas originales.
Si intento implementar el cambio antes del punto apropiado, lo usual es frustración y decepción. ¡Cuántas veces se ha anunciado con gran entusiasmo un cambio sólo para derrumbarse antes de alcanzar el objetivo final! Se agota la adrenalina, tendemos a aburrirnos más fácilmente y no pasa mucho tiempo antes de encontrarnos buscando la siguiente “reparación rápida”.
El truco para dirigir el cambio es darle, la primera vez, todo el tiempo necesario para asegurar un efecto permanente y positivo. Normalmente, el requisito para esto es un poco más de paciencia que la que tendemos a desplegar.
Un axioma de la Gestalt dice: “Los buenos finales hacen buenos comienzos”. Esto significa que en cualquier proceso de cambio efectivo, se debe asignar el tiempo suficiente para obtener un cierre razonable para cada fase de la estrategia planificada antes de iniciar el paso siguiente.
3 mientras más complejo el cambio, más sencillo llevarlo a cabo: Es importante entender que las estructuras simples son difíciles de tratar porque no tienen partes más pequeñas que puedan ser movidas. Por ejemplo, una roca de dos toneladas es una estructura simple; lo único que hace es estar allí. Dos toneladas de grava tienen una composición más intrincada, pero puedo hacer más cosas con ella (pilas, senderos, etc.) y es más fácil de remover. Otro ejemplo: suponga que estamos en guerra con otro país (la roca). Comenzamos por capturar un puente en particular (un pedazo de grava).
Una función importante en la implementación del cambio es tomarse el tiempo necesario para dividir el proceso de cambio en sus elementos más básicos. Llevar a cabo una serie de cambios pequeños y altamente controlables les permite mayor flexibilidad y sentido de pertenencia a aquellas personas encargadas de implementar el cambio.
EL FOCO DE INTERÉS ES DIFERENTE.
El enfoque de este paper para dirigir el cambio se diferencia de la mayor parte de los demás enfoques en dos formas muy precisas. La primera es que la mayoría de las estrategias para el cambio están diseñadas para crear el cambio en un entorno grupal, mientras que el foco de este libro está puesto en cómo trabajar con los intereses individuales dentro de un contexto grupal.
Cuando intentamos aplicar un cambio específico con todo un grupo, lo más probable es que veamos el tema como algo que pertenece sólo al grupo. El foco principal será: ¿Cómo nos afectará este cambio a nosotros?. Sin embargo, es más probable que cada uno de los integrantes del grupo vivencie el cambio y sus implicaciones como un asunto personal, vale decir: “¿Cómo me afectará este cambio a mí?”. Aunque ciertamente hay temas grupales implícitos en tales procesos, uno logrará más control percatándose de las respuestas y dinámicas individuales.
La segunda gran diferencia que plantea este libro es que ve el cambio como un proceso de dos fases. Muchas de las estrategias actuales para el cambio reconocen la resistencia como una respuesta natural al cambio y ofrecen algunas técnicas para disminuirla o superarla durante el proceso de cambio.
El enfoque gestáltico ve la resistencia u oposición como originándose en la dinámica del “poder”, antes que en el proceso de “cambio” y la trata respetuosamente como un elemento separado, esencial e integral del proceso de cambio.
EL PROPÓSITO ES DIFERENTE
Este paper está repleto de instrucciones paso a paso sobre “cómo hacerlo”, pero es su contribución menos importante. Lo que realmente importa es que mientras usted lea este texto, tendrá la oportunidad de comparar las ideas presentadas aquí con las suyas acerca del proceso de cambio. El propósito de este libro no es indoctrinarlo en una forma de ver y pensar, sino que es una oportunidad para corroborar, y quizás ampliar, su perspectiva sobre el proceso de cambio. Cuando usted lea este libro, si llega a ver ciertas cosas de formas diferentes, tendrá la posibilidad de modificar algunas de mis sugerencias para que calcen con su estilo, ampliando aún más sus beneficios.
Los contenidos
Una mirada global a los capítulos podrá orientarlo respecto al mensaje y método del libro. Cada capítulo se ocupa de un aspecto específico del proceso de cambio y, en la mayoría de los casos, le proporcionará alternativas a elegir, dependiendo de la situación, de la naturaleza del cambio y de su propio estilo. Cada capítulo cuenta con ejercicios que pueden ser adaptados para satisfacer sus necesidades individuales.

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